Desarrollo de las funciones ejecutivas a través del juego

 

         Desarrollo de las funciones ejecutivas a través del juego

    El juego representa un espacio evolutivo central en el desarrollo y consolidación de múltiples habilidades y puede favorecer el fortalecimiento de las funciones ejecutivas.

    Numerosas investigaciones señalan que el juego es capaz de activar el aprendizaje, estimula la formación de la personalidad, y cuando se comparte es un terreno fértil para la adquisición de reglas sociales, el respeto por los turnos y el intercambio social.





    Cuando los niños juegan entre sí, conectan su zona de desarrollo próximo, implicándose en actividades más complejas que las que experimentan habitualmente en su vida cotidiana. Asimismo, el juego es un mecanismo innato que despierta la curiosidad y nos hace sentir placer, gracias a la liberación de dopamina que, además de ser una recompensa cerebral, refuerza las conexiones mejorando el almacenamiento de la información, o la memoria a largo plazo, lo que repercute en la memoria de trabajo.

    Esta forma de aprendizaje favorece también el correcto desarrollo del control inhibitorio, fundamental para la flexibilidad mental, el control de la impulsividad y la regulación de las emociones. Genera una pausa entre estímulo y respuesta, necesaria para que las demás funciones ejecutivas actúen y ayuden a analizar las posibles consecuencias de una acción, razonar,  planificar, organizarnos y tomar las decisiones que nos permitan conseguir el objetivo marcado. 

    Mediante el juego, los niños aprenden a desarrollar un locus de control interno y comprenden que sus acciones tienen impacto en los demás.


                                      Las funciones ejecutivas 

    Las funciones ejecutivas son funciones cognitivas de "nivel superior" que permiten a las personas realizar acciones dirigidas a un objetivo. Son una serie de habilidades que te permiten planificar, iniciar y completar una acción encaminada a un propósito, monitoreando su progreso.


    Profundización:  https://stimuluspro.com/blog/que-son-las-funciones-ejecutivas-y-que-trastornos-se-relacionan-con-ellas/  

    En el vídeo titulado “La función Ejecutiva – Habilidades para la vida y el aprendizaje” se dice que es posible entrenar y fortalecer las funciones ejecutivas, la pregunta es ¿Cómo?

    “Es como ir al gimnasio de modo que mientras más prácticas en estas áreas la capacidad se vuelve más fuerte porque se aspira fortalecer esas conexiones neurales.”

    Existen varios juegos de mesa diseñados para estimular el desarrollo de los aspectos relacionales, sociales y ejecutivos y que también pueden ayudar a los niños con necesidades educativas especiales.


Juegos para entrenar funciones ejecutiva

                                                              Varios tipos de juegos

    A través de estos juegos, además de trabajar las funciones ejecutivas, también se estimulan otras áreas, ya que muchas están interconectadas (por eso, también trabajamos las inteligencias múltiples). 


                                                                                                             TRIOMINOS
 Atención, Flexibilidad cognitiva, Velocidad de procesamiento, Orientación espacial





 

                                                                MIKADO

       SCRABBEL

Atención, Lenguaje, Memoria semántica, Memoria de trabajo


                                                                                 MEMORY 

Estimula la atención y la memoria y las habilidades de investigación visual.

    El Memory es el juego perfecto para trabajar la inhibición, la memoria de trabajo y la flexibilidad cognitiva. Supongamos que las cartas son las relativas a los animales, podemos utilizarlas de diferentes formas dependiendo de la función que queramos desarrollar.

    INHIBICIÓN: Una buena manera de entrenar la inhibición es colocar las cartas en fila sobre la mesa, todas boca abajo. Al principio, el adulto debe girar progresivamente las cartas, procediendo de izquierda a derecha; se le pide al niño que active un comportamiento específico (p. ej., aplaudir), pero sólo cuando se "revele" una carta acordada (p. ej., "¡aplaudir sólo cuando aparezca el hipopótamo!"). Se puede hacer el ejercicio más complejo aumentando la velocidad a la que se giran las cartas o identificando figuras - ¡múltiples estímulos! (por ejemplo, "aplaude cuando veas un hipopótamo, saca la lengua cuando veas un mono y pisa fuerte cuando veas una jirafa").

    MEMORIA DE TRABAJO: para entrenar esta habilidad se puede colocar el mazo de cartas boca abajo en el centro de la mesa. Se juega por turnos; el primer jugador debe dar la vuelta a una carta y colocarla junto al mazo diciendo el nombre del elemento representado (p. ej. PERRO). El segundo jugador tendrá que dar la vuelta a una segunda carta y anotar tanto la cifra de su propia carta como la de la carta anterior (por ejemplo, si el segundo jugador ha encontrado la carta con la cebra, tendrá que anotar "CEBRA" y " PERRO"). Quien se salta la secuencia de elementos, pierde. Este juego se puede jugar de diferentes formas, por ejemplo, en el caso de las cartas de animales es posible sustituir los nombres de las figuras por sus versos.

    FLEXIBILIDAD COGNITIVA: Se disponen las cartas en fila boca abajo. Al igual que en la primera actividad descrita, el adulto debe girar gradualmente las cartas, procediendo de izquierda a derecha. En este caso, sin embargo, el niño deberá dar diferentes respuestas según las características del estímulo: por ejemplo, en el caso de las tarjetas de animales, se le puede pedir al niño que diga el nombre de un MEDIO DE TRANSPORTE si el animal representado tiene las alas, debe responder con un ALIMENTO si el animal no tiene alas. 







 

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